Desde hace algún tiempo tengo sobre mi mesa un libro que he venido leyendo de a poquito. Cuando lo vi en la librería me llamó la atención, pero luego no me terminó de gustar, aunque sí era posible sacarle provecho. Como esta semana he estado en mi segunda semana intensiva de la maestría-doctorado en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, no he tenido mucho tiempo de leer ni de escribir.
Pero al mismo tiempo las clases que hemos tenido con Miguel Alfonso Martínez-Echeverría me han despertado varias cosas: 1. Se confirma lo que he escrito ya en varios artículos: ¡qué ignorante soy!. 2. Más positivo, ¡hay mucho que aprender!. 3. Creo que tengo libros para leer para los próximos 5 años con todo lo que nos ha recomendado. 4. Que por de pronto tengo que desalojar todos los libros que tengo pendientes de leer.
Así que con esta cuarta conclusión, he retomado el libro que no me ha terminado de gustar. Y lo explico. Es un libro que se titula «14 líderes inesperados». El autor escoge a una serie de personajes históricos para analizarlos desde el punto de vista de liderazgo. La verdad que el análisis de liderazgo que hace de los que he leído no me ha gustado (por eso no me ha gustado el libro en general), pero antes de cada análisis de liderazgo hace una breve biografía de cada uno de los personajes. Hasta el momento he leído 4 (ya había leído 3 anteriormente, así que hoy sólo he leído una biografía, la que da nombre a este post). Los tres personajes anteriores a Lincoln son Perícles (ateniense del siglo V antes de Cristo), Hernán Cortés (conocido de todos, especialmente de los mexicanos) y Simón Bolívar (dado a conocer, especialmente por los «compañeros» de la República Bolivariana de Venezuela. De estos 4, de quien más conocía era a Cortés, porque hace muchos años leí una biografía sobre él. Además, existe un lazo de unión con mi familia, porque mi abuela paterna nació -en 1900- en un cantón que se sigue llamando «los corteses», en un pueblo con el rimbombante nombre de «El Paraíso» en un departamento (un Estado si quisiéramos hacer un símil para los mexicanos) de El Salvador que tiene un nombre que siempre me hace sonreír: Chalatenango. Todavía mi familia posee unas pocas hectáreas de tierra por esa zona, a un lado del cantón los corteses, en un lugar cálido (por no decir «muy caliente») y con una tierra poco generosa.
Pero no quería comentar sobre Cortés, sino sobre quien leí hoy. Abraham Lincoln, el décimo octavo Presidente de los Estados Unidos de América. Quienes me conocen saben que no soy fanático de USA, pero reconozco su grandeza y algunos de sus méritos. Pero en lo que sí estoy totalmente de acuerdo con los Estados Unidos es en el gusto por las estadísticas; y como a ellos, a mí también me encanta el Beisbol, que es el deporte Rey para algunos; pero nadie puede negar que es por lo menos es el deporte Rey de las estadísticas. Así que por este cariño por las estadísticas, siempre me ha gustado leer lo que pueda de los Presidentes de este país. Es más, hace unos años me pidieron dirigir una «trivia cultural», un concurso cultural entre universitarios de tres países de Centroamérica, y un tema que escogí para hacer preguntas fue precisamente sobre los Presidentes de Estados Unidos (la verdad, fue una mala experiencia, porque nadie sabía nada… pero a mí sí me sirvió para rellenar un poco más mi cabeza de «esos datos inútiles pero interesantes» como me dijo una vez un colega del IPADE).
Lamentablemente no he visto la película reciente sobre Lincoln (que espero ver pronto), pero la breve biografía del libro que estoy leyendo me encantó. Creo que podría resumirla en 3 puntos.
(Hago una digresión. Me contaban una anécdota de un profesor genio de derecho civil, que decía más o menos esto: «estas ideas se pueden resumir en los siguientes tres puntos»; y por supuesto que nunca eran tres puntos: unas veces eran 2 y otras 5. Cuando escribí lo de arriba me acordé de la anécdota; la ventaja que tengo es que puse un número, luego escribí mi resumen de puntos, y volví a corregir el número original).
1. Una persona autodidacta en leyes y en retórica. No tuvo una educación formal, aunque ejerció de abogado.
2. Una persona sufrida y hecha a través de muchas adversidades.
3. Con ideas muy claras, aunque no era radical en las mismas.
Me interesaría comentar dos cosas acerca de él.
1. Por lo que leí, era un antiesclavista convencido. Pero no estaba proponiendo la abolición de la esclavitud, sino que por prudencia política, no quería que otros Estados (especialmente los nuevos Estados) fueran esclavistas. Él proponía dejar la situación de los esclavos como estaba, para así evitar la secesión y la posterior guerra civil.
2. Les tendió la mano a los sudistas para firmar la paz un poco antes de la derrota. Éstos pusieron condiciones y no aceptaron. Al final, el General Grant aceptó el rendimiento de los sudistas.
En estas dos situaciones, ofreció a sus contrarios una alternativa para que quedaran en una situación buena. En ambos casos esos contrarios no le aceptaron la tendida de la mano, así que procedió como hubiera procedido cualquier otro: se abolió la esclavitud y el rendimiento fue incondicional…
Por aquello de que me gustan los datos inútiles:
1. Sólo los Presidentes Washington, Jefferson y Lincoln aparecen en monedas y billetes de dólar. (Aunque Jefferson aparece en los billetes de US$ 2.00 que tienen poquísima circulación).
2. Los billetes de más denominación de uso común (US$ 50.00 y US$ 100.00) aparecen no Presidentes: Hamilton y Franklin.
3. Existen billetes de más alta denominación (que circulan con restricciones por lo que sé):
$ 500.00 con la imagen de William McKinley (el tercer presidente asesinado).
$1,000.00 con la imagen Grover Cleveland (tiene muchos records, pero el más interesante es que es el único electo dos veces para presidente en períodos no consecutivos, así que es el 22o y 24o presidente de USA; bueno, otro dato bien interesante, es el único presidente que se ha casado en la Casa Blanca).
$ 5,000.00 James Madison
$ 10,000.00 Salmon Chase (otro no presidente)
$100,000.00 Woodrow Wilson (este billete no circuló).