(Este post es escrito en conjunto entre Lorenzo Fernández Alonso y Javier Duarte Schlageter)
Las empresas, entre sus fuentes de financiamiento (el lado derecho del balance general) tienen el Capital Contable.
El Capital Contable es la suma del Capital Social con las Utilidades Retenidas. En ocasiones, cuando se presenta el balance general, algunos muestran, separadas de las utilidades retenidas, las utilidades del año (o utilidades del período), para que se vea en el acumulado de ahí lo que se ha ido ganando el año en curso.
El Capital Social es lo que los accionistas invirtieron en la empresa originalmente, cuando fue constituida. Así, un accionista invierte (pongámosle de nombre Jason), por ejemplo $ 100,000 en el Capital Social de la empresa, y se convierte en propietario de la parte correspondiente a esos $ 100,000; a este accionista se la da un título llamado Acción Común (o Acción Ordinaria), donde se hace constar que ha invertido esa cantidad de dinero.
Las Acciones Comunes tienen un valor impreso en el título. A ese valor se le llama Valor Nominal, de Carátula, a la Par o Facial. (Quizá tenga algún nombre más que se nos escapa). Pero viene a decir, por ejemplo, que el inversionista -Jason- del que hablamos arriba, es propietario de 1,000 acciones con un valor nominal de $ 100 por acción.
Antiguamente existían físicamente los títulos de las acciones. Así Jason tendría físicamente 1,000 títulos de Acciones Comunes. Vamos a suponer que Jason no es el único socio, sino que tiene un colega y amigo que invierte con él. Su amigo, llamémosle Gonzalo, ha invertido también $ 100,000, y por lo tanto tendrá 1,000 títulos de $ 100 cada uno, que manifiestan que cada uno de ellos es socio al 50% de la propiedad del capital social de la empresa.
El valor nominal de un acción es totalmente arbitrario. En el ejemplo de Jason y Gonzalo le pusimos un valor nominal de $100, y por lo tanto, cada uno tiene 1,000 títulos. Pero podrían también tener un valor nominal de $ 1,000 y por lo tanto cada uno tendría 100 acciones.
El valor nominal de la acción no es algo que sea muy útil a efectos financieros. Tiene otros usos en diversos ámbitos.
El concepto del valor nominal (facial, a la par, de carátula) es algo que se utiliza en finanzas habitualmente, y especialmente es muy usado en todo lo relacionado con bonos y títulos semejantes. Tema que se sale de lo que estamos comentando aquí.
Actualmente las legislaciones permiten emitir diversas series de acciones comunes, con diversos porcentajes de votos dentro de la Asamblea General de Accionistas. Así, no es raro encontrar empresas con acciones Serie A, Serie B, Serie C, etc. Cada una de ellas tiene sus características que dan más «propiedad» del capital social.
Otra cosa a tener presente cuando se habla del valor nominal de las acciones es ponerlo pequeño, para facilitar la compra-venta cuando la empresa sale a bolsa (tema del que hablaremos más adelante).
b. Que la empresa salga a bolsa: que haga lo que en inglés se llama IPO (Initial Public Offering), u Oferta Pública Inicial. Para salir a bolsa hay muchos requisitos. La idea es que se pueda conseguir dinero de personas particulares que quieran invertir en la empresa (y no sólo Lilia). Aquí también el dinero entra a la caja.
2. Otra posibilidad de aumentar el Capital Social de una empresa es capitalizar las utilidades retenidas. Esto es una cuestión de tipo legal-contable, donde las utilidades retenidas se convierten en Capital Social.
Aquí, no hay «inversión» de parte de los accionistas, sino sólo hay un cambio contable, donde un peso de utilidad retenida pasa a ser capital social. Hay varias formas de realizar esto, aunque desde el punto de vista financiero, el efecto es el mismo: esas fuentes de recursos ahora ya son Capital Social y no son utilidades, por lo que ya no pueden repartirse.
El hecho de capitalizar las utilidades ayuda a la empresa a ser más sólida financieramente, porque sólo se pueden decretar dividendos retirándolos de las utilidades retenidas y no retirándolos del capital contable.
(Vale la pena insistir que aunque los dividendos disminuyen las utilidades del período o las retenidas, éstos se pagan siempre con caja, con el efectivo. En ocasiones hay utilidades pero no se pueden pagar dividendos porque no hay caja).
El otro valor que puede tener un acción se llama Valor Contable o Valor en Libros. Y éste resulta de dividir el Capital Contable entre el número de acciones.
El Valor nominal coincide con el valor en libros sólo en el momento de la constitución de la empresa. Luego -de ordinario- el valor en libros es mayor que el valor nominal.
Regresamos al caso de la empresa cuyos socios eran Jason y Gonzalo. Supón que han transcurrido dos años desde su constitución. El valor nominal de las acciones comunes sigue siendo el mismo $ 100 por cada una de las 1,000 acciones que posee cada uno.
Pero en estos dos años, debido a la pericia, habilidad y capacidad de los dos socios, la empresa ha ganado mucho dinero, y ahora el capital contable es así:
Capital Social $ 200,000
Utilidades Retenidas $ 150,000
Capital Contable $ 350,000
El valor en libros se calcularía dividiendo el Capital Contable entre el número de acciones, que sería $ 350,000 / 2,000 acciones = $ 175 por acción.
Ves cómo aquí, el valor en libros es superior al valor nominal.
El último valor que puede tener una acción es el Valor de Mercado. Este valor varía si la empresa cotiza en bolsa o si no cotiza en bolsa.
Si cotiza en bolsa, el valor de mercado es el valor al que se cotiza la acción en la bolsa.
Si no cotiza en bolsa, el valor de mercado de una acción es el precio al que están dispuestos a comprar (y vender) una acción.
Esperamos que este post te haya sido útil.
Gracias Javier !!