En la historiografía se le “apoda” grande a quienes han hecho cosas magnánimas en diversos aspectos. A veces se llama Magno a quien ha hecho eso… hay unos “Magnos” famosos como Alejandro, el gran conquistador griego, que en pocos años dominó buena parte de Europa, Asia y África. También muy conocido es el Carlo Magno, el gran emperador de occidente.
Otros no son tan conocidos a nivel popular, pero sí en otros ámbitos, como los papas Gregorio y León Magnos. Ambos papas fueron grandes reformadores: por ejemplo, de Gregorio tomó el nombre la Música Gregoriana; al papa León le debemos muchos de los textos eucológicos (como sé que algunos no saben qué son textos eucológicos, explico que estos textos son aquellos que están en las oraciones y misal sin que sean textos escriturísticos) ya que fue un gran predicador (también por eso es magno), un gran negociador (evitó que Atila invadiera Roma) y un gran teólogo, que se traduce en aquellas cuatro palabras hablando de las dos naturalezas de Cristo: inconfusas, inmutables, indivisas e inseparables que tomó el Concilio de Calcedonia en la definición dogmática. En aquella ocasión se cuenta que un padre conciliar dijo: “ha hablado Pedro por boca de León”…
Hay otros que no tienen “oficialmente” el apodo magno. El mejor ejemplo es Juan Pablo II. Un gran papa, un gran filósofo, un gran hombre, y un gran santo. Los rumores dicen que pronto será su canonización… y ojalá podamos colocarle bien ese apodo maravilloso de Magno.
Y entrando al tema de hoy, en la historiografía existe una Catalina Grande, la Catalina II de Rusia, Zarina, que revolucionó ese enorme país… hace unos años leí una biografía sobre ella, y la verdad es que fue impresionante lo que hizo por su país adoptivo, pues era prusiana de nacimiento. Su vida personal y de ejemplo deja mucho que desear; a los hechos nos remitimos.
Pero existió unos siglos antes de la Catalina la Grande, otra Catalina apellidada Benincasa; aunque la gente la conoce como Santa Catalina de Siena, cuya fiesta celebramos hoy 29 de abril. Una mujer que vivió pocos años (33), analfabeta, pero que hizo mucho por la Iglesia Católica. Declarada Doctora de la Iglesia (es la 2ª doctora después de Santa Teresa de Jesús), además es Patrona de Europa. Como a través de sus cartas (sabía leer siendo analfabeta!!!) consiguió que el papa retornara a Roma –su sede- después de casi un siglo exiliado en Aviñón (Francia) algunos le encomiendan todo el bien que puede hacerse a través de los medios de comunicación. Esta es la principal razón de escribir algo sobre Catalina, a quien yo y sólo yo he querido ponerle hoy Magna. Porque es una santa mujer que ayuda y ayudará a que a través de todos estos medios de comunicación se pueda influir positivamente en la sociedad.
Como ahora todos o casi todos tenemos posibilidad de escribir o recomendar una noticia o video, o lo que sea, todos tenemos que pedirle a Santa Catalina que sepamos hacer mucho bien a través de lo que escribimos, posteamos, recomendamos, etc.