Hace unos días me decía una persona que “este año ha sido muy raro”. Creo que todos podríamos catalogar al 2020 como un año “raro”. Otros quizá le pondrían un adjetivo todavía más contundente y llamarlo “desastre” o cualquier otro epíteto de ese jaez. No obstante, como me comentaba otra persona, “aunque me dé pena decirlo, pero el 2020 ha sido un año fantástico para mí”.
Efectivamente, para algunos el 2020 ha sido un año doloroso, que recordaremos por la partida de seres muy queridos, aunque no se hayan ido al Cielo a causa de la pandemia. Y también ha sido doloroso para muchas empresas que han dejado de funcionar y por lo tanto personas que se han quedado sin trabajo. Las historias que se cuentan son muy duras y la solidaridad se necesita sobremanera.
La crisis es una gran ocasión para desarrollar la inventiva.
Como sucede, especialmente en épocas de crisis, la inventiva humana empieza a resurgir. En general, todos tendemos a acomodarnos en nuestros sitios: trabajos, familias, descanso, etc. Algunos autores dicen que cuando una empresa no está en crisis, es necesario llevarla a crisis, para sacar esa inventiva y creatividad de los integrantes.
Ahora no necesitamos llevar a la empresa a la crisis, porque estamos rodeados de la misma. Ha sido un año raro, un año de crisis de todo estilo.
No soy quién para indicar cómo desarrollar la inventiva y creatividad, pues nunca me he preciado de esas habilidades. Considero, por otro lado, que hay varias cosas que pueden ayudar a desarrollar la inventiva. Supongo que me quedaré corto en aquello que sirve de apoyo a la creatividad; pero por lo menos mencionaré algunas cosas que nos pueden ayudar.
Lo primero será aceptar que la crisis no nos ha pegado a todos, sino que me ha pegado a mí.
Pienso que lo primero a mencionar será algo pasivo, no algo a hacer, sino algo a descubrir y aceptar. Y esto es que todos estamos en crisis. O, mejor dicho, “yo estoy en crisis”. Esto cuesta reconocerlo, pues es perder el status quo que todos teníamos unos meses atrás. Precisamente es descubrir ese acomodamiento que teníamos y que ahora ya no tenemos.
Quizá a todos nos ha pasado que hemos tenido que recortar cosas (gastos, gustos, caprichos, viajes, vacaciones, etc.) que hasta hace poco nos parecían esenciales. Y si, por azares del destino, o por Providencia Divina, no estamos en crisis, sería bueno, por lo menos, darnos cuenta de que alrededor nuestro sí hay gente en crisis laboral y personal, y tratar de echar una mano, echar un cable, ayudarlos a salir adelante.
Esto sería, de alguna manera, “hacerme con la crisis de mi vecino”. Se puede aplicar aquí lo relacionado con la palabra misericordia, cuya etimología es miser cor (capacidad de sentir la desdicha de los demás).
La misma persona que me dijo lo del “año raro” también me comentaba que “estamos bien de salud, tenemos trabajo, oportunidades”. Pensaba que todos los que tenemos esas circunstancias, hemos de aprovecharlas. Otra persona me lo decía gráficamente: “todo es un tradeoff Javier, aunque veo más las cosas bonitas que las feas y malas”. Pues no estamos en las condiciones óptimas, ni en las pasadas. Así que tenemos que aprovechar lo que hay.
Si carecemos de salud o de trabajo, seguro que sí tenemos oportunidades; más bien, necesitamos urgentemente las oportunidades. Como me decía una de mis hermanas, “he comprado regalos de Navidad a pequeños productores, que se han quedado con pocas ventas”. Ahorra en gastos recurrentes al mismo tiempo que ayuda a personas necesitadas.
En definitiva, darnos cuenta de que estamos en una época de crisis, que no es una época en general, sino mi historia personal está en crisis.
Reconocerme en la crisis, es lo primero.
Post Scriptum
Había pensado escribir más pero varios me han dicho que son muy largos mis post. Además, el nuevo blog te “regaña” cuando no pones subtítulos, cuando pones párrafos muy largos, cuando el texto es largo, etc. Así que a partir de ahora tendré más cuidado con esos detalles. Y la última razón de detenerme allí es porque así me da chance de trabajar otro post, ya que he estado muy “desinspirado” y espero arrancar con nuevos bríos a partir de ahora.
Pienso que siempre hay dos caras en una crisis, la negativa, las empresas cerraron y las personas que se quedaron sin trabajo.
Lo positivo que la empresas se han reinventado y los que seguimos con trabajo y ayudamos de alguna manera apoyando a los cesantes y, que reflexionamos para valorar lo que antes por la prisa o comodidad no veíamos. Buen artículo.
Felicidades Javier y ánimo para producir la continuación, porque es necesario.
Me encantó esta entrada.. y además nos pone en una situación de empezar a tomar ciertas decisiones, mucho más profundas y relevantes que nunca… por que en este periodo “raro” te pone frente al espejo… and now… deal with it
Muy interesante Javier, cómo tratar de
Seguir haciendo lo posible para no sentir que estamos en crisis sino en una situación distinta a la común y que es el partido que nos toca jugar;
Sigue, Javier, sigue.
Un gusto leer y compartir tu perspectiva.
Saludos.