Agustín

Hoy, 7 de marzo de 2022, me puse a pensar que debería publicar algo en este blog.

Jamás me imaginé que publicaría algo sobre Agustín.

Hoy pasó a mejor vida Agustín Llamas Mendoza, un gran amigo, compañero y colega.

Lo conocí en 1997 cuando ambos iniciamos el Master en Dirección de Empresas para Ejecutivos con Experiencia -el Medex- en el IPADE.

Hace casi 25 años.

Agustín ya llevaba varios años trabajando en el IPADE como profesor de Entorno Político y Social y siendo director en algunas sedes del IPADE y teniendo otros trabajos directivos.

Yo estaba llegando desde Guatemala a México para hacer esos estudios.

Como era de esperar, quedamos en equipos diferentes, pero el hecho de ser «compañeritos» de pupitre, nos hizo crear una buena amistad.

Además, ambos teníamos en común la amistad con Felipe, quien en esa época, era el jefe académico de Agustín.

Le eché alguna mano a Agustín en la materias cuantitativas del Medex, pues a él «no se le daban mucho los números».

Nuestro trato nos llevaba a molestarnos habitualmente con bromas sencillas.

Hoy que recibí la noticia de su fallecimiento me puse a recordar los momentos ordinarios en los que convivimos.

Comidas, desayunos, cenas… breves o largos momentos en los que platicábamos mucho… bueno, él platicaba mucho y yo le preguntaba cosas…

Sabía mucho de política, y tenía un profundo conocimiento de la historia política de México.

Siempre le aprendías algo.

Tenía un profundo cariño por el IPADE.

Procuraba cuidar los pequeños detalles en los que está buena parte de la filosofía y naturaleza del Instituto.

Viaje a Guatemala y El Salvador en 2015

Mientras escribía estos breves recuerdos, me vino a la memoria un viaje que hizo Rafael Gómez Nava -entonces director del IPADE- con Agustín a Guatemala y El Salvador en septiembre de 2015.

Siendo salvadoreño-guatemalteco, me tocó atenderlos y llevarlos en el trayecto Guatemala-El Salvador- Guatemala.

Por supuesto que no dejó de molestarme todo el rato diciendo que manejaba mal, que iba muy rápido, que iba despacio, que si agarraba las curvas muy rápido…

Rafa me decía años depués que él se gozó ese viaje porque se pasó riendo todo el rato al ver cómo nos «peleábamos».

Me los llevé al mar en El Salvador, con la mala suerte de que al llegar estaba inundado el camino de entrada y además no había electricidad en la casa.

Agustín, con su capacidad de molestar y hacer reír, exageraba las cosas y decía que se había pasado toda la tarde y la noche sin electricidad, cuando en realidad regresó muy rápido.

En esa época Agustín estaba un poco «rellenito» el eufemismo que usan en México para decir que estás gordo.

Y usaba un chaleco de tejido que no se quitaba para nada.

Como además, no le gustaba la playa, se quedó en la sala de la casa, con el aire acondicionado lo más frío posible toda la tarde…

La pasamos muy bien en ese viaje.

El regreso de El Salvador a Guatemala fue muy apresurado pues los tres teníamos que tomar el avión de regreso a México.

Logramos llegar con tiempo.

Me encontré una foto con él en el aeropuerto.

Allí acababa de regañarme de que ya me tendría que haberme quitado la corbata…

Otros recuerdos

Tantos y tantos recuerdos, sencillos, ordinarios, simpáticos, con muchas ironías de un lado a otro.

¿Tenía defectos? Por supuesto, como todos.

Pero ¿para qué hablar de los defectos si podemos recordar las cosas bonitas y agradables?

Ayer le llamaron por teléfono para preguntarle cómo estaba.

Tenía ilusión de que le dieran el alta el miércoles.

Nuestro Señor decidió que el alta sería hoy, lunes 7 de marzo.

Me enteré de su fallecimiento cuando el sacerdote del IPADE iba a empezar la misa a medio día.

Comentó que le acababan de avisar que había fallecido Agustín y que la misa que se celebraría sería por su alma.

Las redes no han dejado de trabajar transmitiendo la infausta noticia de su tránsito.

Y las personas desoladas.

Nuestros compañeros de maestría, alumnos, exalumnos… todos consternados.

Algunos me han escrito diciéndome que no lo creen.

Como yo tampoco lo creo.

Dios sabe más.

Descansa en paz Agustín Llamas Mendoza.