Unos años atrás le dije a un amigo: “Hugo, vos que sos filósofo…”, no me dejó terminar pues me respondió: “soy licenciado en filosofía, pero no me podría considerar filósofo”. Me sorprendió mucho esa respuesta. Aproveché para aplicármelo a mí: “soy licenciado en matemática aplicada, pero no soy matemático”. Hoy, le pregunté a una colega -con la que estoy trabajando un proyecto especial-, su profesión y me contestó de manera similar: “yo fui economista, pero luego…”.
Es interesante cómo la carrera universitaria te forja una forma de pensar. Luego ya te podrás dedicar a cualquier otra cosa. Porque la carrera no define la profesión necesariamente. Siempre he admirado mucho a los ingenieros químicos y he recomendado vivamente el estudio de esa carrera; invariablemente cada ingeniero químico que conozco es un gran profesional, y obvio, no se dedica a su profesión de ingeniero químico.
Pero bueno, regresando a lo que quería comentar, ahora con la facilidad para buscar información, he ido leyendo biografía de matemáticos que sólo conocía por sus apellidos. Algunos son famosos para cualquiera que haya estudiado un poco de matemática. Los matemáticos más antiguos también tienen muchas aportaciones en Física o en ingeniería. Así, por ejemplo, el gran Johann Carl Friedrich Gauss tiene aportaciones por todos lados: probabilidades, teoría de números, magnetismo, estadística, astronomía, geodesia y físico… Le apodaron el “Príncipe de la matemática”, y también el “matemático más grande desde la antigüedad”. Además de todo, fue un niño prodigio: de padres analfabetos, aprendió a leer por su cuenta, y de allí llegó a ser maravillosamente genial.
En algunas ocasiones, en el aula contaba una anécdota de Gauss. Empezaba diciendo que era sobre “el niño Carlitos”. Que probablemente estaba en primer grado de primaria o algo así. Según parece sus compañeritos, a pesar de ser alemanes, estaban haciendo mucho relajo en la clase. Y el profesor, de castigo les dejó un castigo a todos: sumar los números naturales del 1 al 100. Todos los niños se pusieron a trabajar en sumar manualmente eso. Actualmente con el Excel lo haríamos en 10 segundos, pero en esa época, había que hacerlo a mano. Parece que los niños tenían unas pequeñas pizarras donde apuntaban. El niño Carlitos, después de unos instantes, puso en su pizarrita la respuesta: 5050. Sus demás compañeritos trabajaron intensamente horas hasta terminar… y dar respuestas erróneas. El “gran” niño Carlitos había razonado así: tengo que sumar del 1 al 100… es decir 1+2+3+4+…+ 97+98+99+100; si juntamos los valores extremos, 1+100 nos da 101; 2+99 nos da 101; 3+98 nos da 101… así que tenemos 50 pares de 101, es decir, un total de 5050…. Genio… pensar esto a los 7 años… y según se cuenta, le corrigió a su papá unas cuentas cuando tenía 3 años…
Por cierto, de la deducción anterior viene la fórmula conocida (quizá olvidada por los lectores):
La vida de Gauss es asombrosa en descubrimientos y creaciones: dicen que dejó escrito un diario que se descubrió 40 años después de su muerte en el que había escrito unos 146 descubrimientos.
Trabajó sobre regresión creando el método de mínimos cuadrados para optimizar la aproximación, mediante una línea recta de una serie de puntos dispersos. Esto es interesante, no sólo por el tema de la aproximación, sino por el cálculo del error que existe entre la aproximación y los puntos correspondientes. Este concepto de error estadístico es muy utilizado en la actualidad en las empresas y, según he leído, también se usa mucho en astronomía. De hecho, Gauss descubrió la posición del “planeta enano” Ceres, después de que se “les había perdido” a los astrónomos.
Por supuesto que nuestro personaje es muy conocido por la Campana de Gauss, o curva normal, que con frecuencia me toca tratar de explicar a algunos empresarios y ejecutivos. La también llamada distribución normal es un descubrimiento-invento genial y es un pilar de la estadística tradicional. Tengo un buen y querido amigo, “que fue economista y luego estadístico y ahora administrador” que trabajó mucho en modelos estadísticos para predecir comportamientos de compra de clientes con base en esta famosa campana de Gauss.
De las aportaciones de Gauss al magnetismo fue la formulación del teorema de Gauss o ley de Gauss que tiene usos en electromagnetismo del que carezco de conocimientos para hacer algún comentario sensato. Interesante saber que un “Gauss” es la unidad de medida de un campo magnético.
Tuvo también aportaciones en óptica ámbito en el que publicó un libro titulado Investigaciones dióptricas.
En Alemania los billetes de 10 marcos tenían su efigie.
Cuentan que era tan perfeccionista, que sólo publicó aquello que estuviera perfecto. Así que luego de fallecimiento encontraron muchas de sus trabajos y descubrimientos que nunca divulgó.
Además de todo, era un ávido lector, cuya biblioteca tenía cerca de 6,000 libros en diversos idiomas que manejaba: danés, inglés, francés, griego, latín, ruso, y por supuesto el alemán.
Estudiando la carrera de matemática no tuve oportunidad de conocer algo de la vida de los matemáticos famosos: ahora echo en falta haber recibido algún curso de historia de la matemática y de los matemáticos. Aunque, hay que reconocer, que la vida de los matemáticos tiende a ser aburrida, porque en general tienden a dedicar muchas horas y días a pensar e investigar. Dicen que Gauss odiaba viajar… así que su biografía giraría en función de sus invenciones, descubrimientos y estudios, que para algunos terminarían siendo inentendibles. Así que quizá por eso no son tan conocidos grandes genios de la ciencia que han aportado conceptos que nos sirven actualmente sin nosotros saberlo.
Dicebat Bernardus Carnotensis nos esse quasi nanos, gigantium humeris incidentes…,
“Decía Bernardo de Chartres, que somos enanos encaramados en hombros de gigantes. Estamos donde estamos, porque ha habido otros que nos sostienen y nos hacen ver más lejos de lo que ellos pudieron ver.
Excelente e interesante!!
Me gustó mucho el post…, algo recordaba de Gauss de u curso de Teoría electromagnética… Gracias Javier por compartirlo…
El dicho de Bernardo de Chartres buenísimo, invita a pensar en la humildad…
Me encantó el post, Javier, muchas gracias por la mención. No recordaba que la anécdota de la progresión aritmética era de Gauss, y eso que es una de mis preferidas.
Hace algunos años, me leí un libro sobre matemáticas, pero no sobre fórmulas y teoremas sino sobre la vida de los grandes matemáticos (y matemáticas) desde la Antigüedad. Me encantó, pero no recuerdo su título, si lo consigo te lo paso.
Un abrazo (manteniendo la "distancia social")