Hoy logré, una vez más, poder dedicar un par de horas para ver y gozar el Concierto de año nuevo de la Filarmónica de Viena.
La Sala Dorada se llena de gala, flores y de 1,800 personas. Cada año los músicos de la filarmónica escogen a quien dirigirá el concierto.
He escrito algunos post de conciertos pasados como el de Dudamel y el de hace dos años de Bareboin.
1 de enero
Esta fecha es un día muy esperado por muchas personas.
De alguna manera, cambiar el calendario (como se decía antiguamente) y ver pasar un año más hace un cierre de vuelta.
El 1 de enero es como un volver a empezar un nuevo recorrido, una nueva vuelta al Sol como algunos dicen.
Y esta fecha es una gran ocasión para iniciarla con el optimismo y esperanza que la buena música puede dar. Por eso me encanta levantarme temprano este día para gozar estos bellos valses, aunque sea en diferido.
Christian Thielemann
Este año fue el Maestro berlinés Thieleman quien tuvo el honor de dirigir la orquesta.
Mientras oía los compases de la música que escogió el Maestro Thielemann, daba unos breves acercamientos a su figura.
En la biografía de Wikipedia, decía que Thielemann había sido discípulo de Herbert von Karajan, quizá uno de los más grandes y famosos directores de orquesta.
En un momento de la vida de Thielemann tuvo que dedicarse a dirigir pequeñas orquestas en lugares intrascendentes.
«El difícil pero indispensable camino infame» llamaba Von Karajan a esta época de la vida, donde había que «arrastrar el lápiz», «cargar bultos», «trabajar desde lo más bajo», «hacer talacha»…
Quizá algunos han pasado por esos años en los que tuvieron que aprender el oficio desde abajo para llegar hasta donde actualmente te encuentras.
Muchas horas de trabajo escondido para que años después se pueda tener un trabajo mejor remunerado y quizá con más proyección pública.
A veces no se llega a conseguir eso, aunque haya habido trabajo duro y escondido.
Eso sí, quien ha llegado arriba ha tenido que trabajar mucho (no es lo único, pero sí es requisito).
Anton Bruckner
Este año se cumplen los 200 años del nacimiento del compositor austríaco Bruckner.
Durante el concierto, en un programa grabado en el verano pasado, nos presentaron los -bellísimos- lugares donde transcurrió la vida de Bruckner, así como algunas de sus composiciones.
Un precioso documental que también te muestra el sentido histórico de los austríacos -como los de otros países- pues tienen museos con pertenencias del compositor, así como muchas estatuas de homenaje, etc.
De hecho en el concierto se tocó una de sus creaciones.
Así que homenaje al genio de Bruckner, aunque le tocó una vida difícil.
La bendición para el 1 de enero
Como todo inicio, el comienzo de un nuevo año nos lleva también a pensar en la trascendencia de la vida.
No sólo desde el punto de vista negativo -ya pasó otro año de mi vida-, sino desde el punto de vista positivo: tengo que aprovechar estos 366 días que vienen.
Y me encontré una cita del libro de los Números, donde hay una bella bendición, a la que podemos acudir hoy -y siempre-.
«El Señor te bendiga y te proteja; ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz»
La Madre
De hecho, la anterior bendición la encontré en una homilía del Papa Benedicto XVI de hace unos años.
Como quizá sepas, el 1 de enero se celebra en la Iglesia Católica la Solemnidad de «Santa María, Madre de Dios».
Quizá este año nos puede tocar ese inicio del difícil pero indispensable camino infame.. y qué mejor forma que pedir la bendición del Señor y la compañía de la Madre del Redentor.
Sólo me queda desearte un año 2024 lleno de alegría y paz.
A veces el camino infame está acompañado de “otros caminantes” que lo hacen más ameno… y a veces de otros infames. Pero Dios siempre nos guía. Creo que la clave es caminar de su mano y preguntarme ¿qué seré yo para los demás: caminante o infame?
El Camino Infame, es la mejor escuela…..