Este año el claustro de profesores del IPADE tuvo claramente dos grandes temas. El primero tuvo dos medios días de intensidad, y versó sobre el Responsabilidad Social Empresarial, un tema muy interesante y del que espero escribir bastante en otro post. El segundo, fue el más emotivo y fue el homenaje a 14 profesores o directivos del IPADE que se jubilaron entre 2019 y 2021: por eso pienso que este año podría llamarse a esta reunión de profesores como «Claustro Homenaje».
Además de los dos temas anteriores, tuvimos dos actividades culturales de primer nivel.
El año pasado, el Doctor Picos nos deleitó con una sesión sobre The Beatles, que personalmente me gocé mucho.
Este año nos sorprendió con una conferencia de una hora sobre el Juicio Final de la Capilla Sixtina, pintado por el famoso Miguel Angel Bounarroti.
A mí me sucede que cuando hay “demasiado” que ver en algo, me abrumo.
Así que el Juicio Final -y en general, la Capilla Sixtina- siempre me ha abrumado, porque me gustaría ver cada detalle y cada “pincelada” -si se puede decir así- del fresco pintado en el siglo XVI.
Arturo nos presentó de tal manera esa obra de arte que pudimos apreciarla adecuadamente, sin caer en el “exceso abrumador” de los detalles (bueno, por lo menos yo).
Esta actividad, como la posterior, fue compartida con los cónyuges de los profesores y directivos que estaban en el claustro.
La segunda actividad cultural fue estupenda y esencialmente alegre.
Todos en casa, habían recibido -a mí me lo prometieron que me lo guardarían- un paquete con un par de botellas de mezcal y unos botes para hacer maridaje.
La actividad estuvo a cargo de Laura, una ingeniera en sistema y, además, especialista en licores -una variedad inmensa- y también en puros y habanos. Ella estaba desde el Salón del Alce, el emblemático bar del IPADE.
Desde allí nos empezó a contar el origen del mezcal -el alambique llega a México con los españoles, que lo toman de Asia-.
Como escribo esto de memoria -no tomé apuntes- me parece que comentó que existen 231 tipos distintos de Agave de dónde se puede producir licores, destilándolos.
Uno de esos licores es el conocido Tequila, producido con base en el Agave Tequilana Weber azul. Así que el Tequila es un tipo de Mezcal.
Pero bueno, la ingeniera habló una media hora a una velocidad del rayo, dando datos, nombres, diciendo poesía en Nahuatl, y comentando cosas diversas.
Tanto fue así que la pequeña y bella hija de uno de mis colegas, le comentó: “papi, ¿esta señora a va dejar de hablar algún día?”.
Empezó a dejar de hablar cuando empezó la cata. Yo estaba sólo mirando, pues, como dije, no me había llegado el kit. Pero lograba ver los rostros -cada vez más expresivos- de mis colegas y sus cónyuges.
Cada momento que iba pasando, la alegría iba in crescendo, como aquello que dice la Sagrada Escritura: “el vino que alegra el corazón del hombre” (Salmo 104,15), aunque técnicamente, no sea un vino.
En este «Claustro Homenaje», esa noche del jueves, estaba rodeada de alegría que da el buen y mesurado “degustar” de este licor (ella aclaró que sólo se bebe agua, pues los licores de degustan).
Era un buen preludio de alegría del Homenaje que tendríamos al día siguiente.
Aunque había una diferencia importante. El jueves por la noche era todo alegrías.
En el homenaje del día siguiente había una sensación agridulce, una alegría con un sentimiento de tristeza de esos grandes colegas y amigos que han dejado la institución oficialmente.
Para este «Claustro Homenaje» -como sucede habitualmente cada año– se prepara un video de cada jubilado, entrevistándolos y colocando fotos de diversos momentos de su vida en el IPADE.
Esta vez no fue la excepción, aunque sí fue la cantidad de videos. La última vez que se presentó en el Claustro unos videos así fue en el del 2019.
Así que los que se jubilaron entre agosto de 2019 y este agosto de 2021, no habían tenido posibilidad de recibir su homenaje.
Por eso había tantos videos: Alexis, Arturo, Rubén, Nahum, Luis, Gonzalo, Miguel, Alejo, Francisco, y uno que otro más.
Hubo un profesor que no quiso hacerse su video, pero Carlos escribió y leyó una semblanza de él, hecha con el cariño que Enrique se merece.
(He recibido información posterior a este respecto: Enrique estuvo de vacaciones y no lograron conseguir que grabara el video; pero seguramente se hará)
A cada uno de los jubilados, Lorenzo y Julián -el Director General y su Adjunto- le entregaban un reconocimiento, mientras los demás les transmitíamos nuestro cariño, admiración y agradecimiento con sendos aplausos.
La verdad, muy emocionante este “Claustro Homenaje”.
Da un gran gusto ver culminar una carrera académica o directiva de más 40 años -en algunos casos como con Gonzalo y Arturo-, o de unos “pocos” años como los 13 de Alexis.
Si Dios quiere, el próximo año cumpliré ya 25 años de estar vinculado al IPADE, sin dejar de comentar los 31 años que ya llevo vinculado a la Unis Business School de Guatemala.
Así que cuando veía pasar a esos colegas -muchos fueron profesores míos en la Maestría- me venía la ilusión de conmemorar el próximo año ese aniversario de plata, y ver, en unos 9 años, ser un protagonista activo de esos homenajes, siempre que Supremo Creador no me llama a su presencia antes, o se presenta alguna circunstancia desfavorable (Dios mediante no).
Al llegar aquí, he visto que tendré que escribir otro post para hablar del primer tema desarrollado en el “Claustro Homenaje”, porque si no, les quitaría mucho tiempo a mis benevolentes lectores.
Quizá, antes de terminar, me gustaría comentar que el IPADE ha encontrado a su nuevo maestro de ceremonias “oficial”. Por muchos años, Gonzalo desempeñó esta función brillantemente; pero Gonzalo sí fue un protagonista activo de estos Homenajes.
Así que las autoridades de la escuela escogieron a José Elías (JE, como nos decimos mutuamente, pues el Javier Enrique son mis dos nombres que más uso) para sustituir a Gonzalo.
Aunque no tengo voto en la elección de los maestros de ceremonias, creo que Elías hizo un gran papel tomando el “testigo” en el relevo de Gonzalo.
Al final de cada conferencia o presentación, Elías decía algo así: “resumo en una frase lo que acaba …”; “me quedo con una frase de la…”; “me gustaría recalcar, en una frase,…” ¡Lo hiciste bien Elías!
El “Claustro Homenaje” rindió verdadero homenaje a grandes e ilustres amigos. Felicidades.
Me siento profundamente honrado, y sorprendido por tus palabras, J.E. Cabe señalar que, cuando me invitaron, yo era quien más dudas tenía de la elección que habían hecho. Mira que ocupar el enorme vacío qué dejaba Gonzalo no era cualquier cosa. Me dijeron: «No te preocupes y usa tu chispa» al tiempo que yo le rogaba a Dios que me protegiera para no iniciar un incendio para nmolarme públicamente. En fin… me declaro un incipiente aspirante de Maestro de ceremonias pero, eso sí, con el mayor deseo de aprender para hacerlo mejor.. Termino mis palabras de agradecimiento compartiendo la enorme emoción y entusiasmo que me generan la simple posibilidad de dirigirte unas palabras en tu homenaje dentro de 9 años. Mientras eso sucede, reitero mi agradecimiento por tus generosas e inmerecidas palabras.
Estoy segura que lo hiciste fenomenal!!!
Felicidades a todos… para la próxima avisad al grupo 1A… arte, mezcal, homenajes… no siena nada mal! 🙂
Normalmente los claustros no son taaaan divertidos!!
Qué alegría leerte Javier!
Aquí tenemos guardadísima tu caja, pero si te tardas en regresar no puedo asegurar la entrega. (broma)
Qué gusto que hayas disfrutado el Claustro desde Guatemala.
Un abrazo,
Marcela A.