Escardar


Cuando uno lee un libro o una noticia, tiene que  escardar lo que ahí se dice.

Con alguna frecuencia aparece en la redes sociales una frase que dice que tienes que leer para evitar (…cualquier cosa), como podría ser, que te timen o que te engañen.

Y la verdad es que te pueden timar aunque seas muy leído y pueden no timarte aunque no hayas tocado un libro en tu vida.

También está de moda el tema de hablar del espíritu o pensamiento crítico que es una cosa que algunos lo incluyen entre los valores que toda persona debe tener.

Hace unos años me tocó asistir a una graduación de bachilleres, donde el valor «pensamiento crítico» salió mencionado en los casi 12 discursos que tuve que escuchar

Me llamó mucho la atención porque nunca había escuchado el pensamiento crítico como un tema tan fundamental en la educación de un colegio.

Me pareció al mismo tiempo un tema bastante complejo.

Por un lado, tener pensamiento crítico puede ser bueno, cuando ese espíritu crítico trata de construir.

Pero el pensamiento crítico puede ser malo cuando las intenciones que se tienen, versan sobre la destrucción.

En sentido técnico, alguien que tiene pensamiento crítico con visión negativa, podría ser catalogado como un revolucionario, en el sentido estricto de la palabra revolución.

Por otro lado, tener entre los valores de la eduación el pensamiento crítico, no termina de ser contradictorio.

En este caso, lo primero que habría que poner en situación de crítica serían los valores mismos de la institución. Sería como una pescadilla que se muerde la cola.

Pienso que el pensamiento crítico es útil y necesario, pero debe hacerse con cuidado, especialmente si uno considera que lo sabe todo. Recién publicado está un artículo de un colega y amigo del IESE sobre este tema.

Hay un dicho que dice que no solo se trata de soplar para hacer botellas, porque resulta muy fácil pensar que las cosas que los demás hacen las realizan mal, porque es muy fácil hacerlas bien; y si tú estuvieras en esa circunstancia la harías bien.

Es lo que me pasa a mí cuando leo críticas a algunos escritores. Yo procuro decir: me gustó o no me gustó este libro, o me gusta leer a este autor. De repente te topas con unas críticas a algún autor, que lo hacen pedazos.

Y resulta que el autor «destruido» es un personaje que ha tenido un éxito tremendo, y el «crítico» es un don nadie.

Ese es un problema del espíritu crítico negativo, que puede juzgar inadecuadamente a alguien por alguna razón fuera de la objetividad: como podría ser la envidia, el resentimiento, o cualquiera otra razón subjetiva.

Te pongo un contra ejemplo de lo que aquí digo. El famoso escritor Stephen King era el principal difusor y propulsor (fan, podríamos decir) de las novelas de Harry Potter. Viva la humildad de Mr. King.

Te decía al principio que cuando uno lee un libro siempre hay que escardar.

Aquí te pongo el link (o liga) para que conozcas el significado de este verbo (porque no es un verbo de uso común).

De todos modos, te pongo aquí lo que considero que es escardar:

Escardar es separar y apartar lo malo de lo bueno para que no se confundan.

Etimológicamente el verbo escardar viene de quitar los cardos o las malas hierbas.

Así cuando uno lee una noticia o lee un libro hay que escardar y, por lo tanto, separar lo bueno de lo malo.

Pienso que eso es tener pensamiento crítico del bueno: saber qué es bueno de lo que se está leyendo y saber qué es malo de eso mismo.

Mientras preparaba este post para publicarlo cuando correspondiera, y después de las observaciones de un amigo, atento lector y con pensamiento crítico, salió publicado un artículo en un períodico que complementa mis reflexiones puestas aquí.

Siempre es interesante tratar de leer algún libro del que tú puedas recoger anticipadamente una reseña, para así saber si ese libro te puede interesar o está bien escrito y del que puedas aprender cosas.

Así me ha pasado con un libro que se llama Feria de donde he sacado el verbo escardar (que nunca lo había escuchado o leído).

Leí la reseña del libro en un lugar y decidí comprarlo. Es escrito por una periodista española, relativamente joven, cuyos abuelos eran personas que trabajaban en Ferias y andaban de pueblo en pueblo llevando la diversión a aquellos lugares.

El libro está escrito con un desparpajo impresionante, muy simpático y va soltando algunas frases también maravillosas. O por lo menos, a mí me han parecido de este estilo

La autora llama a su mamá «la Ana Mari» y un día le da a algunas personas una recomendación de ir a buscarla. Les dice «porque la Ana Mary es como el universo: se expande».

Nunca había leído una descripción de una persona tan simpática y tan científica -por decirlo de alguna manera-.

¿Qué entendía de que una persona sea como el universo, que se expande?

Pues entendía que llena todo el lugar donde se encuentra, acapara la atención, llama a la atención, te tienen que escuchar, que ver; es una persona totalmente extrovertida, una persona que no deja nada a la imaginación; una persona sobre la que no puedes quedar indiferente.

Supongo que muchos de los lectores aquí presentes han encontrado a alguna persona que se expande como el universo. Un personaje de primera, que es capaz de entretener a cualquier audiencia e iluminar un lugar.

He tratado de escardar, de ir escardando (estos gerundios tan mal queridos) en las cosas que leo. Entre otras cosas, para luego vertirlas por aquí.

Así que considero que habrá más de Feria en este post.