Nuevo Multis Argumentis

Siempre estrenar algo es emocionante. Desde cosas pequeñas hasta cosas grandes, la emoción de empezar a usar algo siempre trae ilusión.

Cuando hace algún tiempo empecé a tener problemas con la capacidad de mi blog, decidí que ya era tiempo de cambiarme a algo más formal.

Por aquellas «diosidencias» -que a veces se mal llaman casualidades- tenía a mi mano a mi editora y su grupo de grandes personajes, especialmente a Lorenzo, el creativo, con quien -con base en el trato remoto por Zoom- hemos ido creando una sinergia profesional y amistad. Según mi editora alguna vez le ha dicho Lorenzo «creo que siento que con Javier ya somos como amigos». En fin; también Lorenzo el creativo es tocayo de mi buen amigo y compadre, con quien hemos publicado ya cuatro libros y varios otros documentos de estudio y trabajo.

La cosa es que con la ayuda de Lorenzo y de Joaquín hemos creado este nueva página del blog. Con un diseño más agradable y con una capacidad de memoria mucho mayor, que me permitirá crecer, y, quien sabe, hasta ganar algunos centavitos.

Joaquín logró trasladar todas las entradas a este nuevo blog. Poco a poco las iré etiquetando. No quise esperar a etiquetar todo para dar a conocer este nuevo blog.

Así que, después de 299 post desde marzo de 2013 -un poco más de siete años- y casi 240,000 lecturas, he decidido dejar el anterior blog para sustituirlo por este, que lleva como nombre multis argumentis, como desde siempre. Con la ventaja que ahora el blog tiene ese misma dirección.

Hace años me decía una alumna, acerca de un viaje que iba a hacer: «kemoción». Me tiré una carcajada cuando vi la palabra escrita. Creo que ahora aplica: kemoción.

Este día, 16 de octubre, es aniversario de la ceremonia de graduación de bachilleres en mi querido Colegio, el Liceo Salvadoreño, en el ya lejano 1982. Así que inauguro este nuevo blog en ese día.

Poco a poco iré tratando de mejorar el blog, poniéndole las fotos que en el anterior no pude poner y hacerle otros arreglos y clasificaciones.

Escribir siempre es bueno. O quizá, casi siempre es bueno. le ayuda a uno a pensar, a elaborar, a explicar. Y recientemente, mientras editaba el libro que estamos trabajando sobre mis papás, a dos o tres de mis sobrinos les animé a escribir, ya que se les veía que tenían buena pluma.

Así que, quiero inaugurar este blog con este breve post (el número 300) junto con un artículo de mi sobrino Alvaro Magaña Duarte, quien ha escrito para este blog unos lindos recuerdos y reflexiones en torno al 9 de junio de 2009, día del fallecimiento de su abuelo materno Rolando, mi querido papá.

Así que, sin más, doy por iniciada la sección pluma invitada que espero hacer crecer con el tiempo y buenas contribuciones.

Muy agradecido por haberme leído.

Por cierto, según parece, será mucho más fácil poder dejar comentarios por este nuevo blog.

Un abrazo.