Recientemente han empezado las ligas de fútbol de Europa. La yo sigo más es la española, y en mucha menor medida, la alemana, italiana e inglesa.
Este año hubo un gran «culebrón» -como a veces le dicen- por la contratación de Gareth Bale por parte del Real Madrid. Por las noticias de prensa se iba leyendo cómo estaba la negociación. Bale no fue a entrenar a su equipo, porque quería forzarlo a que lo enviaran al Madrid. Al final, lo ficharon por una cantidad espectacular: más de 90 millones de Euros (parece que los representantes se quedaron sólo con unos 10).
Sólo he visto jugar a Bale el domingo pasado, y además durante unos pocos minutos pues encendí el televisor cuando el partido iniciaba su segundo tiempo. Hizo un par de jugadas bastante buenas (dicen que muy fácilmente dispara, y así lo vi). Como dijo Zidane, «ningún jugador vale 100 millones», y pienso que tiene razón. Especialmente en una época en el que el país que lo recibe está más que quebrado económicamente, con el desempleo más alto (hay se la lleva con Grecia) de todo Europa; como que la contratación de Bale (y de otros jugadores tipo Neymar) es una bofetada a todos los que «están en el paro» como dicen los españoles.
Pero, independientemente de lo que se pagó por el jugador galés o si es bueno, muy bueno o excelente, me interesa comentar lo que desde ayer es una noticia. Al fin encontré las palabras exactas que dijo Bale en una entrevista. Cuando leí la noticia la primera vez me quedé con un sabor agridulce. Ahora que encontré las palabras exactas, se me quitó lo «agri» y me quedó lo dulce.
En la entrevista en una revista, Bale dijo que «puse mi fe y mi futuro en manos de Dios y recé arduamente para que…».
Que bueno que haya una figura pública al que admiran muchas personas, que sea capaz de manifestar así su fe. Como cualquier de nosotros ante la posibilidad de conseguir un contrato de trabajo, seguro que ponemos todos los medios: los humanos para conseguir el trabajo y los sobrenaturales para que Dios ilumine a los que nos van a contratar.
No sé qué credo profesa Bale. Pensaría que es cristiano. Por su procedencia de Gales, muy probablemente sea anglicano, pues el porcentaje de católicos es muy bajo en ese pequeño país (es más o menos del tamaño de El Salvador). Pero me ha gustado mucho el gesto de este joven.
Me llamó la atención la actitud de los periodistas. La noticia la ponen como algo excepcional. De hecho, el primer titular que leí decía: «Bale hasta rezó para que el Madrid lo contratara». Como si rezar fuera algo tan raro en un jugador -y en cualquiera- que tiene sentido común.
Suerte Bale. Ojalá te vaya bien en el Madrid (aunque espero que no gane mucho, porque le voy a su contrincante favorito)…
Nos vemos al rato.
