Hace poco, no recuerdo dónde, encontré la frase que titula este pequeño artículo.
Precisamente hoy inicia la Continuidad de Finanzas y Análisis de Decisiones para antiguos participantes del IPADE. Como doy clases de las dos áreas, tengo que conseguir un tema que mezcle las dos áreas. La verdad no ha sido tan difícil encontrar tema, pues siempre hay decisiones en finanzas. Lo más difícil es encontrar un tema que le guste a nuestros egresados (pongo en la foto una de egresados del IPADE que encontré en Internet, durante una graduación del Master de tiempo completo en Monterrey).
Este año decidimos hacer una encuesta de la que espero pronto escribir.
Ahora me quería referir a la frase anotada en el título. Como decía, no recuerdo dónde la encontré, pero me encantó. La traducción casi sale obvia: «el Senado no se equivoca, y si se equivoca no se corrige, para no mostrar que se equivoca». (La traducción fue hecha libremente). No sé a qué época del senado romano se referirá la frase, pero tiene mucha tela que cortar.
Por supuesto que podría usarse en el sentido literal de la frase. Quizá de aquí viene aquella famosa frase de que «el jefe nunca se equivoca». Cosa por demás absurda e injusta.
Pero a mí me interesa verla desde la perspectiva de lo que podemos aprender. Todos nos equivocamos; esto es evidente. Y cuando nos equivocamos, es de sabios rectificar. Aunque parezca a los demás que nos hemos equivocado. El aparente desprestigio puede convertirse en una ventaja, por la capacidad de rectificar y reconocer que necesitamos siempre la ayuda de los demás.
También a veces ocurre que una decisión que tomamos nos genera una «alternativa emergente», algo que emergió después de la decisión. Esa alternativa emergente nos puede volver a plantear una decisión, que podría requerir rectificar la anterior. Y conviene hacer esa rectificación.
No hay que tener miedo a rectificar. Ninguno es río para no dar marcha atrás cuando sea necesario y oportuno hacerlo.
Espero que nos veamos pronto por aquí.